Soy muy cuidadosa con las cremas corporales que uso. Por lo mismo, pruebo constantemente las que van saliendo.
Tiendo a hacer muchas cosas en el día, entonces, colocarme crema corporal es una sensación de ‘tiempo perdido’. Por lo mismo, amo las marcas que lanzan productos que simplifican la vida y con esta crema me pasó. Acá les cuento por qué.
El año pasado, Nivea me sorprendió con la crema bajo la ducha. En esa oportunidad, lanzaron la de piel normal y piel seca. Con la última, me fue bastante bien. Me agradó desde el primer momento, el sólo hecho de salir de la ducha lista, me encantó porque te ahorra tiempo de una manera impresionante.
Soy un poco obsesiva con los aromas, me encantan los olores ricos. Soy esa clase de mujeres que en su cartera tienen cremas y perfumes, y cada cierto rato, lo retoco. Hace unos días recibí la nueva versión de la crema con sus aroma de cacao y miel.
Muchas pensarán que al ser aromas dulces, son olores muy pesados y te impiden aplicarte otro producto como perfume, entre otros, pero no es el caso. Es un aroma que se siente, pero que no es “pasoso”, por lo cual puedes usar perfume y otras cosas, sin problema de mezclar olores.
La textura es de crema, pero al aplicarla sale un poco de espuma. La piel queda realmente hidratada, se nota y siente así. Sin duda, creo que un gran producto. Es ideal para las mujeres de hoy que necesitamos ahorrar tiempo y estar impecables. Es una crema económica, que se usa y se perciben los resultados de forma inmediata y con un aroma exquisito.
Personalmente, me encanta la de leche- cacao, es muy suave. Puedes encontrarlas en supermercados, farmacias y perfumerías del país.