Por primera vez, Dior infunde en una base de maquillaje esta doble dimensión de la luz.
Es la promesa de brillo, esta noción moderna de la tez perfecta y de la piel bella en el súmmum de su resplandor: luminosa, uniforme, sin manchas ni discromías, día tras día más clara y con una piel más afinada.
Este fluido inédito, recrea instantáneamente y de forma duradera la luz espectacular y perfeccionadora de los estudios Dior. Enriquecido con un concentrado de pigmentos e ingredientes de tratamiento iluminadores, conjuga en una misma fórmula el brillo de un maquillaje y la eficacia de un tratamiento. Diorskin Star amplía la luz, neutraliza las imperfecciones cromáticas y corrige día tras día la piel.
Para que la alquimia entre la piel y el fondo de maquillaje sea perfecta y genere un brillo poderoso y perfeccionador, Dior ha imaginado la Eponge Fond de Teint Fluide Backstage Pro. Una herramienta pensada por los artistas maquilladores, fruto de su experiencia en estudio, pero también una herramienta concebida para facilitar el gesto de todas las mujeres en su día a día. De una forma ovoide y de ergonomía perfecta, esta esponja se adapta al rostro en todas sus dimensiones. Contrariamente a los dedos o a las esponjas triangulares de aristas marcadas que se tropiezan con los volúmenes, permite que la textura se funda de manera ejemplar sobre cada parte de la piel,
incluso sobre las más difíciles de alcanzar.
Con el Anticernes Lumière Sculptant Diorskin Star, Dior traslada a la mirada la tecnología “Light Pulsion” del fondo de maquillaje fluido. Calcada sobre las “pegatinas” de los artistas del maquillaje, la textura elástica produce un increíble efecto lift que alisa y esculpe la zona del contorno del ojo. La mirada se abre instantáneamente, se aclara, se agranda. Más allá de este doble efecto frescor inmediato, ingredientes específicos tratan la zona del contorno del ojo actuando en el origen del brillo: a lo largo de las aplicaciones, participan para reducir las bolsas, las ojeras y las pequeñas rojeces. Más clara, mucho más descansada, esculpida por la luz, la mirada aparece deslumbrante de seducción.