Este año, cambia de decorado.
YSL Beauté presenta la evolución de OPIUM, la fragancia creada en 1977, para una mujer muy especial, elegante y con distinción, que combina inteligencia con la belleza más informal, que evoluciona en un universo repleto de sofisticación y que marca con su presencia a todos aquellos que se cruzan en su camino.
. Sigue siendo tan para una mujer informal y decidida como antes —sabe quién es y qué quiere en todo momento— con su sola presencia, se abre paso. Vive su vida con pasión, dejándose guiar por el destino.
Impulsiva, siempre en movimiento, se siente mejor en los entornos urbanos, donde el ritmo frenético responde mejor a su espontaneidad.
La fragancia es un clásico, como el satén del interior de un esmoquin de Yves Saint Laurent, pero, al mismo tiempo, moderno, como las luces de la ciudad que reverberan como diamantes en la noche más oscura. Impactante desde sus inicios y tan innovador como familiar. Intemporal y actual.
Con su acabado en negro mate y efecto purpúreo, el frasco de BLACK OPIUM posee un estilo decididamente urbano, como si hubiese nacido para vivir en la jungla de asfalto, y está revestido de polvo de luz que brilla delicadamente como un diamante en bruto, aunque sutil. Pese a su entorno urbano, no resulta ostentoso. Es subversivo y sensual. Se deja querer al tacto, convirtiéndose en una parte de ti.
Con su pelo corto y negro azabache, su aspecto de estrella del rock y su enigmática belleza, la modelo Edie Campbell es la imagen del producto.
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