Se aparece marzo y de las vacaciones queda el recuerdo, obligándonos a retomar el ritmo vertiginoso del día a día.
En un mundo que se mueve a la velocidad de un rayo, es importante tomarse el tiempo para respirar y darse una merecida pausa.
La buena noticia es que no hay que viajar lejos para encontrar ese momento (¡aunque unas vacaciones al Caribe no estarían de más!). Ahora puedes relajarte con la ayuda del color. El color es un lenguaje universal, no verbal, y todos sabemos intuitivamente cómo hablarlo. Es una herramienta que puede afectar las emociones y el comportamiento.
Azul: El color del cielo y el mar, transmite la sensación de paz y armonía. ¿Necesitas tranquilidad después de un día estresante? Elige un color azul. Reduce tensiones y ayuda a calmar tu mente.
Verde: Simboliza la naturaleza y la vida. Es un color relajante y refrescante, que induce a la serenidad y la armonía. ¿Necesitas recuperar tu equilibrio? Opta por un tono verde. Es como tomarse un calmante para las emociones.