La panty está de aniversario y continúa su evolución.
Las panties son casi tan antiguas, como la historia de la humanidad. Comenzaron a usarse hace unos 2.200 años cuando en Mesopotamia su uso era exclusivo de los soldados para protegerse del frío en invierno. En esa época, los materiales eran exclusivamente de lana y algodón. Si bien, hasta ese entonces se trató de una prenda exclusivamente masculina, en 1935 se produjo una revolución cuando DuPont inventó las medias de nylon llamadas “seda sintética” con el argumento de que no se romperían y a un precio mucho más conveniente. En pocos días se vendieron más de 4 millones y fue así como el uso de las panties comenzó a popularizarse y a transformarse en uno de los accesorios más fundamentales del clóset de las mujeres.
Tanto ha aumentado la tecnología en la confección de este producto, que Caffarena cuenta con avances que pueden ayudar estéticamente ya sea con efecto push up o disminuyendo la piel de naranja, como así también beneficiar la salud ayudando para el tratamiento de varices.
Sin duda, una de las grandes preocupaciones de las mujeres, es que el punto de sus panties se corra. En ese sentido, Caffarena lanzó Punto Stop, una panty más resistente cuya principal beneficio es que ante cualquier enganche o agujero el punto de la panty no se corre, dando seguridad por todo el día. Y para estos días fríos, la tecnología y la variedad en el uso de las texturas también han avanzado, ahora cuenta con panties de angora, una de las fibras animales más sedosas, ligeras y cálidas. La lana de angora es muy suave al tacto, absorbe bien el agua y se seca fácilmente. Las telas de angora son ideales para ropa térmica y para personas que sufren de artritis y alergias a la lana. Su alto poder de aislación a la temperatura, permite que abrigue diez veces más que la lana de oveja.
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