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#Columna: Ghosting y responsabilidad afectiva

Por Catalina López
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Sin previo aviso, esa persona deja de contestar tus mensajes de texto y tus llamadas.

Conoces a alguien, intercambias números de teléfono, tienes varias citas, empiezas una “relación”, todo parece ir bien y de repente: silencio.

Sin previo aviso, esa persona deja de contestar tus mensajes de texto y tus llamadas. Simplemente desaparece de tu vida sin dar ningún tipo de explicación. Si has vivido algo parecido, lamento informarte que has sido víctima de lo que en inglés llaman ghosting, palabra que se traduciría como “hacerse el fantasma”. El acabar una relación de la noche a la mañana, cortando todo tipo de comunicación, no es nada nuevo, aunque según los expertos las nuevas tecnologías han hecho que ahora sea una práctica más común.

Los expertos en psicología advierten que el ghosting tiene consecuencias tanto para quien lo sufre como para quien lo practica. El primero ve su autoestima dañada y tiene que atravesar el periodo de duelo que conlleva el fin de una relación, sin tener todas las respuestas sobre los motivos de la ruptura. El segundo, si se trata de una relación consolidada, tendrá que hacer frente a los remordimientos y al sentimiento de culpa por haber dejado a alguien de esta manera. Los expertos sostienen que en algunos casos los que practican el ghosting tienen miedo al conflicto, evitando a toda costa los enfrentamientos, incluyendo el tener que decirle a alguien a la cara que se quiere poner fin a una relación.

¿Qué hacer si me hacen ghosting?
Para saber gestionar las emociones que surgen al sufrir ghosting, sigue estos consejos. Ten en cuenta sin embargo que cada caso de ghosting es diferente, y muchas veces importa más el tipo de relación con la persona que nos ha dejado de hablar que el hecho en sí de que nos esté ignorando. – Valora si había un vínculo afectivo significativo – Considera si puede tener problemas personales
– No dejes que aparezca la culpa
– Ten claro que lo importante eres tú
– No alimentes la rabia

Cuando la conducta se repite estamos frente a una persona pasivo-agresiva. Alguien que cosifica los vínculos, para quien los demás no significan nada. Por eso, inicia una relación y desaparece sin brindar ningún detalle o explicación. Es importante recordar que todos merecemos estar con seres humanos que añadan valor a nuestra vida, no con aquellos que nos lastiman. De modo que, si conoces a alguien con estas características, recuerda que su única meta es causar desorden. No caigas en sus redes porque eso solo perpetuará su accionar y te mantendrá en esclavitud emocional. Aunque parezca alguien que rebosa de paz y tranquilidad, es una persona abusiva que solo viene a dañarte. ¡No lo permitas!

¿Qué pienso del ghosting?

Personalmente, me parece espantoso, porque aunque uno se vincule- de antemano- sin compromiso, existe algo que se llama responsabilidad afectiva, pero también entiendo que no todos tienen la madurez de entenderla y llevarla de la forma correcta.

Cuando entablamos un vínculo con alguien hemos de tener en cuenta la empatía y la sinceridad. Crear falsas expectativas es señal de que no se están poniendo en práctica estos dos valores éticos. No importa si el vínculo se establece dentro de una relación “sin nombre” o el que aún no se ha puesto una etiqueta. Precisamente, es en las relaciones donde no existe un compromiso formal donde más se tiende a desatender las emociones de la otra persona, teniendo muy poca consideración con ella.

Aunque tú creas que no haces daño y que no es para tanto, la realidad es que sí. En conclusión, debes tener ética en las relaciones; cuando te embarcas en una debes tener en cuenta los sentimientos de la otra persona. Cuando desapareces de la vida de alguien, esa persona puede pensar que no merece que le des explicaciones, que ha hecho algo mal o que te ha ofendido y puede estar haciéndose atribuciones que no son reales. No se trata de que le engañes y hagas como que te sigue interesando, cuando no es así. Simplemente, comunica con tacto que ya no te interesa seguir conociéndole o que no te sientes a gusto por el motivo que sea.

Hacerse el o la interesante puede entrar dentro del flirteo, lo asumimos. Pero con esto, nos referimos a no dar todo incondicionalmente, renunciando a tu tiempo y necesidades. Dejar de contestar durante equis horas no te hace más interesante, te hace una persona que en realidad no eres tú. Nuestro consejo es que actúes de acuerdo con tus valores, no a dictados sociales que, además, suelen ser rígidos y limitadores.

En conclusión, desaparecer de la vida de alguien, aunque el contacto haya sido breve, puede causar daño a la otra persona y esto es algo que debemos aprender y tenerlo en cuenta en nuestras relaciones.

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