Ya hemos hablado sobre la nutrición. Una buena alimentación es la clave del éxito.
De hecho, mi entrenadora del gimnasio también me lo repite. Lo mejor de todo, es que además, es nutricionista, entonces, estoy full supervisada y me enseña cómo enfrentar el tema de la alimentación. Aquí, comparto algunos “trucos”.
Lo principal de todo es activar tu metabolismo, pero de forma inteligente, es decir, darle las calorías necesarias, pero no excedidas para que puedan ser quemadas rápidamente. De esta manera, tendrás mayor energía y estarás saludable. Los doctores son siempre muy enfáticos en decir que para hacer una dieta no hay que consumir carbohidratos y que prácticamente, estás destinada a morir de hambre, pero con el tiempo y la ayuda de profesionales he aprendido que estos son vitales para aumentar la energía y mejorar el estado de ánimo porque son los favoritos de nuestro organismo. El cuerpo absorbe los granos enteros más lento, lo que mantiene los niveles de azúcar en la sangre más estables.
Básicamente, la idea es no fluctuar en los cambios de ánimo. Y claro, a nosotras nos pasa MUCHO eso. Muchas veces creemos que las cosas dulces nos “alegrarán” el día, pero cuando se pasa el “efecto” volvemos a tener mal humor, por eso es debemos hacer un gran trabajo para encontrar el equilibrio en su consumo. Las nueces y almendras no sólo tienen mucha proteína, ya que ayudan a provocar una sensación de saciedad más rápida. Los pesados también son fundamentales, sobre todo, los que tienen omega- 3, como el salmón. Las verduras de hojas verdes también son una gran fuente de energía, ya que el ácido fólico reduce el riesgo de depresión, al igual que la fibra y el chocolate 70% cacao.
Lo importante de esto es ESTAR CONSCIENTE de lo que hago, como y tomo. Uno puede leer mucho, e incluso, entregar consejos (como yo, en este caso), pero cada cuerpo es distinto y necesita diversas cosas. Es fundamental que nos aprendamos a conocer, pero más que nada a CONTROLAR nuestro organismo y ánimo. Muchas veces, sola no se puede, pero pueden acudir a especialistas que las ayuden a descubrir por qué no pueden mantener un ánimo estable. Con lo anterior, no me refiero a sonreír y ser feliz todo el tiempo, simplemente hay que evitar estar sometidas en la montaña rusa que nos provocan los cambios hormonales a las mujeres.
Personalmente, es una lucha constante el descubrirme y “controlarme”. De a poco he ido descubriendo cosas positivas para mi cuerpo. Por ejemplo, dormir MUCHO, me hace muy bien, al igual que hacer las cosas más pausadas, a mi ritmo, y por último, aunque no lo crean el gimnasio porque al tener una entrenadora te exprimen y quedas realmente agotada, lo que por consecuencia provoca un sueño reparador :D.
Si alguien conoce algún truco más: ¡Compártalo! 🙂
