El mundo de la belleza ha incluido herramientas para complementar las rutinas.
Cada vez son más habituales los utensilios que siguen la técnica del Gua Sha, los cuales son fabricados con piedras naturales como el jade o el cuarzo, estos masajeadores provienen de la medicina tradicional china.
Los rodillos faciales están pensados para potenciar el efecto de los cosméticos y mejorar el aspecto de la piel. Entre sus beneficios está la luminosidad y firmeza, además de la eliminación de toxinas y la mejor de la circulación sanguínea. Está destinado al masaje facial estimulante de la microcirculación cutánea y el drenaje linfático. Para utilizarlo, primero se debe desmaquillar y limpiar adecuadamente la piel, después se puede proceder al masaje con un producto cosmético que permita deslizar sin friccionar en exceso. Se recomienda hacer una rutina de diez minutos antes de irnos a dormir para dejar la piel libre de toxinas y oxigenada, más receptiva a la hora de aplicar cualquier cosmético con activos efectivos. De dentro hacia fuera y siempre en dirección ascendente para ayudar a drenar y tonificar el rostro.
De la misma forma que el rodillo facial, los gua shas ayudan a mejorar la rutina de cuidado personal. Mejoramos el drenaje linfático del rostro, reducimos ojeras, relajamos la piel y conseguimos reafirmar, alisar y disminuir arrugas. Con esta herramienta de masaje se pueden realizar movimientos sencillos para conseguir ejercer la presión adecuada especialmente para mejorar el drenaje linfático y, además, lograremos un masaje agradable no agresivo para la piel. El movimiento rápido nos va a ayudar a crear más colágeno y el movimiento lento nos va a ayudar a drenar. Su uso recomendable sería de 5 a 10 minutos, creando incluso una rutina en la que asociemos el cuidado facial con la relajación y liberarnos de la tensión de todo el día.
¿Recomiendo su uso?
Sí. Los compré en @BeautyLove y para el bruxismo han sido un aporte increíble. Es cierto, hay que ser constante, pero el resultado es muy positivo. Si pueden adquirirlo, háganlo. Sin duda, es un hábito muy positivo.